El intendente se mostró "expectante". La Liga de Amas de Casa aseguró que el ministro de Energía "ahora sí escucha". Y la Defensoría del Pueblo rescató el trabajo conjunto de las entidades intermedias.
Todos pusieron su granito de arena y ahora, cuando la meta parece estar más cercana, salieron a dejarlo en claro. Después de que el ministro de Energía, Juan José Aranguren, diera un guiño a la posible recategorización de Mar del Plata en el cuadro tarifario del gas, lo que disminuiría el impacto del aumento, diversos sectores políticos y organismos de defensa de los consumidores marcaron las gestiones que llevaron adelante para alcanzar ese objetivo.
“Es claro que General Pueyrredon es una zona fría, con cantidad de días de vientos fuertes y con temperaturas bajas desde el inicio del otoño hasta fines de la primavera. Es normal que a fines de marzo se enciendan los calefactores y se apaguen finalizando noviembre, situación muy distinta al resto de las zonas que están categorizadas en las mismas clasificaciones”, dijo el intendente Carlos Arroyo, quien se mostró “expectante” y calificó de “positivo” que se analice la posibilidad de disponer la recategorización del distrito. “Sobran motivos para ello”, apuntó.
El gobierno municipal puntualizó ayer las gestiones del jefe comunal para lograr un cambio en el cuadro tarifario del gas que ubique a Mar del Plata en la misma categoría que ciudades del norte patagónico o La Pampa (hoy está en la misma categoría que Capital Federal, pese a que en la ciudad el promedio de temperaturas es más bajo).
El 19 de abril, Arroyo elevó una carta al interventor del Enargas, José Tezanos González. “Una de las cuestiones fundamentales vinculadas con la discriminación que sufre General Pueyrredon en su tratamiento tarifario tiene que ver con la categorización”, señaló en la misiva. Y acotó: “Según informes técnicos, Mar del Plata debe ser comparada con una ciudad de la Patagonia desde el punto de vista meteorológico y climatológico. Mar del Plata explica su temperatura por la acción del viento, ya que se encuentra afectada por el viento proveniente de la corriente fría de Malvinas”.
Incluso se hacía una pregunta retórica: “¿Por qué si tenemos condiciones similares a una ciudad como General Pico, La Pampa, o más aún como una ciudad de la Patagonia, estamos categorizados y comparados con una ciudad como Capital Federal?”.
El 17 de mayo, Arroyo le solicitó por escrito a Aranguren que suspendiera la aplicación del nuevo cuadro tarifario del gas hasta tanto se expidiera formalmente “respecto a la necesaria y justa recategorización”.
En la carta, el intendente aseguró que las resoluciones 29 y 31 de 2016 del Ministerio de Energía, que establecieron los parámetros jurídicos para determinar los nuevos precios en el punto de ingreso al sistema de transporte para el gas natural, provocaron “un impacto inesperado que vulnera derechos de tantísimos habitantes, generando que muchos vecinos no puedan afrontar el pago de las próximas facturas”.
Diez días después, Arroyo se reunió con el ministro. “Escuchó los fundamentos y se mostró muy predispuesto a atender nuestro reclamo”, dijo el intendente, opitimista. La misma expectativa dejó entrever poco después, al recibir a representantes de la CGT y la CTA que realizaban una marcha en el municipio. “Acá la solución definitiva es la recategorización. Considero que esas acciones que hemos encarado han sido muy positivas. Y soy optimista: pienso que dicha recategorización finalmente llegará a Mar del Plata”.
El repaso de las gestiones del intendente llegó después del que hizo el bloque del Frente Renovador, que aseguró haber pedido la recategorización desde diciembre pasado y recordó la campaña “Juntos por el gas”, por la que se recolectaron más de 15.000 firmas en favor de la recategorización.
Entidades confiadas
El entusiasmo por el cambio de categoría también se palpa en las organizaciones defensoras de los usuarios y consumidores. “Pudimos ser escuchados”, dijo ayer la secretaria de la Liga de Amas de Casa local, Marisa Sánchez. “El ministro es otro ministro. No es el de mes de mayo o junio. Es un ministro que ahora sí escucha, que apuntó todo lo que se pudo exponer en esta audiencia”, indicó.
Sánchez dejó en claro que, al margen de la recategorización, es necesario que la nueva tarifa del gas rija “sobre la tarifa alcanzada por la medida judicial”. Aludió a la medida del juez Aldredo López que anuló el cuadro tarifario dispuesto en 2014 para Mar del Plata y la zona.
“Seguimos insistiendo. Sigo llamando a Buenos Aires y diciéndoles (a los funcionarios) que no se equivoquen nuevamente: la tarifa para Mar del Plata, Necochea, Balcarce, Mar Chiquita y Tandil debe estar sobre los 0,25 (centavos por metro cúbico) alcanzados por la medida judicial. Si no, estaríamos en una situación penosa para los usuarios”, alertó.
Según Sánchez, el ministro ya informó a los defensores del pueblo de la provincia de Buenos Aires que la suba tarifaria se producirá a partir de ese monto.
Uno de los defensores marplatense, Fernando Rizzi, remarcó ayer el trabajo “mancomunado” que realizó ese organismo junto con la Liga de Amas de Casa, la Oficina de Defensa al Consumidor (OMIC), Consumidores Argentinos, Acuba (Asociación Civil de Usuarios Bancarios Argentinos) y el intendente.
La directora de la OMIC, Verónica Tambascia, sumó su optimismo al marcar que el ejemplo que dio Aranguren como ciudad que sufre inclemencias climáticas “fue el de Mar del Plata”.
La expectativa por la recategorización creció en las últimas horas a partir de que, en una entrevista televisiva, Aranguren dijera que “muchas ciudades del interior tienen una situación térmica que a veces se asemeja al sur del país, porque tienen algún tipo de locación cercana a la costa que las hacen ser ciudades frías como Mar del Plata o el municipio de la Costa”.